Trama global: La Gran Sequía

La Gran Sequía

Canción de Hielo y Fuego es un universo marcado por sus prolongadas estaciones: largos inviernos, largos veranos. Si bien los Stark ya hacen hincapié en la dureza y severidad del primer caso con su tan afamado lema, la época estival tampoco se queda atrás en cuanto a inclemencias y dificultad, sobre todo en la calurosa mitad sur de Poniente.

Los maestres de la Ciudadela han hablado. Es la primavera más árida y sofocante que se recuerda desde hace más de medio siglo. Los ríos se secan, los campos se marchitan y se agrietan y las plantas y los animales se mueren ante la escasez de agua. Ni siquiera las fértiles y ricas tierras del Dominio se salvan de esta terrible sequía que azota al continente, pero de momento el reino más perjudicado es, sin lugar a dudas, Dorne. Por si la carencia de lluvias no fuera suficiente en el territorio de los desiertos y el abrasante sol, los hurtos y el pillaje han comenzado a intensificarse. La reciente aparición de diversos grupos organizados de bandidos y saqueadores han encendido las alertas de lores y señores hacendados, temerosos de ver mermadas sus tierras ante la situación. Por si fuera poco, los piratas de los Peldaños siguen azotando las costas del reino, privando a este de buena parte del flujo comercial procedente de Essos ante la temerosidad de estos por ser asaltados.

La situación para el gobierno del Príncipe Doran Martell es crítica. Todos tienen puestos los ojos en él, en una posible solución procedente de uno de los hombres probablemente más reflexivos y juiciosos de Poniente. Mientras tanto, El Dominio se encuentra en jaque, entre el auge del bandidaje con vecinos sureños y la funesta peste que cada vez se extiende con más facilidad en la frontera norte con Occidente.

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