Lysa Baratheon

Lysa Baratheon

Personalidad

Era una niña tímida, agradable y con encantos pero el terrible destino que los dioses le hicieron vivir la llevaron a ser más silenciosa que tímida. Si bien puede vestir su cuerpo de preciosas ropas y adornar sus cabellos con flores, algo en los ojos de la joven parece estar apagado.

Si hablamos de Lysa luego de abortar el hijo que esperaba con Petyr, la palabra que viene a mi es la de la mujer que espera en silencio en los jardines, cantando una melodía doliente y triste. La imagen de quien espera ver aparecer por esos caminos al joven del que se enamoró pero que, con los días, comienza a notar que no volverá.

Si hablamos de Lysa en el momento de casarse, me recuerda a un cachorro que no sabe cómo acercarse a su esposo de rango mayor y temperamento poderoso y áspero. Un hombre que representa lo contrario a Petyr en todos los aspectos y que, al no sonreír, desconoce si le es agradable siquiera.

Pero cuando hablamos de Lysa luego de la muerte de su familia, ahí es cuando ella reconoce que el mundo es hostil y que cualquier error que cometa de ahora en más, será castigado con sangre. No posee la confianza para exponer sus miedos a Stannis y hasta llega a temer de él. Si él la encuentra llorando ¿Creerá que es una traidora por derramar lágrimas por su familia? ¿Creerá que es débil por tener miedo? Con él vive una máscara completa que no se atreve a romper.

Pero es el Rey el que le da pavor real en la sangre. Teme que la puerta de la habitación sea tirada abajo por la guardia del Rey que, al descubrir y recordar que ella es una Tully sin hijos aun, deba ser tomada como amenaza.

Historia

Lysa era la hermana menor de Catelyn y, como tal, la seguía como una niña sigue a una maestra. En secreto le admiraba, deseando ser como su bella hermana era. Pero a medida que fue creciendo, ese anhelo se volvió envidia que comenzó a corromper el tierno corazón de la Tully más joven. En todo lo que ella hacía, Catelyn le superaba. Sus maneras eran sublimes; sus gestos elegantes; su belleza insoportable.

A pesar de todo, Lysa trataba de convencerse que amaba a su hermana quien, como no podía ser menos, había sido prometida a la Bestia del Norte. ¿Quién sino una bella para dominar a una Bestia, esa cuyo apellido era Stark? A pesar de todo, Catelyn no guardaba rencores a su hermana, hasta el instante en que supo que Petyr Baelish, el joven muchacho que Lysa tanto amaba, estaba tan locamente enamorado de ella como para desafiar a la bestia Stark, Brandon del Norte.

Cada herida que el lobo infringió a Petyr; cada terrible golpe y burla que su amado recibió fue abriendo una brecha en el corazón de Lysa "Es una bestia" quizo gritar, pero los pesados ojos de su padre la callaron sin la menor palabra.

Lysa se rompió en llanto hasta que la pelea fue cancelada por la mano del lobo, dejando a un malherido Petyr en el suelo, sometido por la vergüenza. Pero ella dedicó sus suaves manos y sus tímidos labios a sanar todo lo que ese Stark había hecho. Le entregó a Petyr todo; no solo su corazón, sino tambien su propio cuerpo. Todo era perfecto cuando ella yacía en sus brazos y limpiaba la pena del espíritu de su amado con caricias y besos. Hasta que él dijo un nombre que rompió su corazón en mil pedazos.  

Aun despues de saber que Catelyn había elegido a la bestia que lo había dañado...él la seguía eligiendo. ¿Tan hermosa le parecía su hermana? ¿Tan dulce, tan correcta, tan perfecta?

Solo los dioses podrían premiar tal muestra de amor de la devota joven con un embarazo. Con esto, Petyr estaría obligado a casarse con ella y entonces, la felicidad llegaría a Tierra de los Rios gracias a la pareja, ahora que Catelyn estaría lejos, con su lobo elegido. No importaba que su amigo de la infancia no le amase. Lysa ganaría su amor con la eterna devoción a su futuro esposo y padre de su hijo. Con Catelyn lejos, él entendería que ella siempre le había amado, primero que cualquiera, antes que cualquiera.

Pero las ilusiones de la pelirroja se vieron destruídas en el instante en que su padre le negó tal felicidad. "Ese niño no nacerá, Lysa", fue el decreto de Hoster Tully quien, sin dejarse conmover por las lágrimas amargas de su hija menor, le hizo beber un brebaje capaz de revolverle las tripas, comer sus entrañas y con éstas, quemar el fruto de su amor por Petyr.

Lysa lloró amargamente, noches enteras con sus respectivos días. Petyr había sido enviado a un lugar que ella desconocía y la joven Tully era mal vista por el hombre que le dio la vida. ¿Cómo podría ser un ser humano tan cruel con ella? ¿Cómo podía él elegir su desdicha por encima de su felicidad?

Con el tiempo, Lysa se volvió más solitaria, vagando por los jardines donde antes solía ver a su amigo sonreír y robar flores que luego regalaba a ambas hermanas. Había abandonado la esperanza de casarse puesto que, tal como su padre había dicho ¿Quién la elegiría de saberse su estado? Nadie en teoría lo sabía pero, los rumores vuelan más rápido que los cuervos y era cuestión de tiempo.

Los problemas del Norte y de Lyanna Stark con la Corona eran un eco lejano en sus oídos llenos de su propia voz cantando hasta que la voz de Hoster volvió a sacarla de su mundo de ilusiones y pensamientos que, gracias a la soledad, se empezaron a volver amargos.

-Lysa, te comprometerás con Stannis Baratheon, hermano menor de Robert Baratheon de Bastión de las Tormentas. Serás una esposa devota, le darás hijos y ningun tipo de problema ¿Me has escuchado?-

-Stannis...- sus labios apenas se abrieron para repetir ese nombre que había escuchado un par de veces ¿El lisiado? ¿El segundo? ¿El que no sonríe?

Sintió que su corazón se marchitaba ante la idea. Su eterno amor era un hombre que desprendía el carisma de pocos y a ella su cruel padre la había comprometido a alguien que no era más que una sombra de su hermano, el gran Robert Baratheon. Lentamente y con los días que pasaban, Lysa empezó a creer que quizás, la unión era una burla tanto para ella como para él. Él era una sombra del Gran Venado y ella, una sombra de la Belleza perfecta de Catelyn.

No tenía voz ni derecho a negarse por lo que contrajo matrimonio con el segundo hijo de los Baratheon y se muda a Bastion de Tormentas. A pesar de todo, no han tenido hijos y eso es algo que a Lysa empieza a preocuparle dado que luego de su primer y único aborto, teme que los dioses le castiguen con nunca poder darle un heredero con el cuál reafianzar su puesto como Lady de Bastión de Tormentas.

Lo que sucedió despues fue tan rápido como contundente. Lysa encuentra una nueva manifestación de dolor y pesar al saber que su hermana y su padre han caído en combate. Todo lo que conocía había sido destruído y lo único que queda en el mundo aun portando la sangre Tully es ella. A pesar de la presión que cae sobre sus ya cansados hombros, sabiendo que no puede confiar a su marido su pena y no puede correr a llorar a los brazos de su hermana ni de ningún conocido, la mente de Lysa amenaza con colapsar.

Es encerrada en una habitación en completa soledad que descubre que está sola en el mundo, incapaz de hacer nada que no amenace su vida. La frase de su familia es lo que repite una y otra vez despeinando sus rojos cabellos del atado de flores que le habían hecho sus doncellas.

Familia, deber, honor, familia, deber, honor, familia, deber, honor...

Sus labios una y otra vez dictan aquello como si se tratase de una letanía mientras busca acallar las lágrimas que delatarían su malestar y la sensación de ahogo que se embriagaron su joven ser.

Familia...mi familia está muerta...- decía recordando los últimos instantes en que había visto a cada uno. Decían que una espada había atravesado a su tío y que muchos deshonraron a Catelyn al llegar a ella. - No quiero pensar en eso, no quiero pensarlo...-

Su cuerpo se dejó apoyar de espaldas sobre las paredes de la habitación mientras notaba como sus manos se habían vuelto puños cuyas uñas lastimaban sus palmas.

Mi deber es darle un hijo a Stannis. Sí, con ello, nadie dudará de mi. Seré la madre de un hijo Baratheon; un guerrero Baratheon...-

Mientras sus palabras surgían de sus labios, mezcladas entre sollozos y temblores, Lysa comenzó a encontrar un vestigio de paz en aquel consuelo hecho por sí misma.

-La furia de un Baratheon junto a la devoción de un Tully. Sí. Eso es mi deber. Eso será mi familia y eso me dará honor. No estaré sola en este horrible mundo si logro eso. Sí...Ya no estaré sola si lo logro.-

¿Cuál es tu papel en el Juego de Tronos?

Familia, deber y honor.
¿Eso debería decir, no es así? La familia que me vio crecer está muerta y mi deber ahora está con mi esposo. Mi papel es ser una buena mujer para él y así no atraer hacia mi los ojos envenenados del rey que destruyó mi hogar.

Por ahora, mi único papel en el Juego de tronos es sobrevivir. Luego...Solo los Dioses sabrán. 

¡Ficha aceptada!

El crecimiento de una persona se reduce a su manera de desenvolverse alrededor de las circunstancias. Lysa ha aprendido desde muy pequeña a sobreponerse a lo que sucede a su alrededor, encontrar el porqué que la ayude a continuar. Sé que será más que una esposa. Mi pregunta reside en el cuándo