Bienvenida a tu pesadilla - Soliloquio

por **Bárbara Estermont** Lun Jun 20, 2016 11:34 pm

Día IV del mes IV durante el saqueo a Varamar

Enredada entre las sábanas, Lady Desmera Redwyne era completamente ajena a las sombras que se escurrían en la noche para saquear Varamar. Sus sueños, sueños de rosas y jazmines, de bailes y música; no eran molestados por nadie... Al menos hasta que el saqueo inició. Sus dos damas de cuidado ingresaron bruscamente antes de cerrar la puerta con cada seguro que habían encontrado. Las manos frías de las muchachas zarandearon a Desmera con terror quien despertó con el ceño fruncido -¿Qué sucede? ¿Qué está pasando?- Preguntó, aún somnolienta mientras oía el taconeo y revolución fuera de su habitación. Aquellos sonidos la pusieron en alerta y se incorporó con mayor premura.

-Estamos bajo ataque, mi lady. Debemos escondernos-

La respuesta a su pregunta sorprendió a la muchacha mientras sus doncellas empezaban a mover muebles para trabar las puertas con el terror recorriendo cada una de sus venas. Desmera las veía moverse tratando aún de espabilarse -No, no. Deténganse. Búscame un vestido, tenemos que ir con Lady Mallister- Espetó sacándose las sábanas de encima -¿Qué? ¡No puede salir, mi señora! ¡Su se…- Desmera observó con las cejas alzadas a su dama de compañía -Las mujeres debemos permanece...No…- Se llevó las manos a la cabeza en el momento en el que se asomó al balcón. Podía ver las antorchas moviéndose y escasos retazos de la pelea. Tampoco podía ver de quienes eran los estandartes. Era el segundo saqueo del mes y a diferencia del antiguo este parecía más rudo, más recio por al forma no sólo en que se oían los gritos de guerra sino por el nerviosismo que todos presentaban. Ella misma lo podía sentir en el estómago, un nudo que no se desharía. Varias fortalezas habían sido atacadas en Poniente, entre ellas Rocadragón y le había parecido algo muy lejano...ahora, ahora el peligro le arañaba la piel.

-Tengo que escribirle a mi tío, a Paxter...Y a Mace… Y a mi tía Olenna. Tenemos que pedir ayuda. Tienen que saber lo que está pasando- Dijo y las muchachas negaron con la cabeza -Necesito vestirme- No podía salir de ahí en ropa de cama. Esperaba que Jason consiguiera el tiempo suficiente para que ella enviara los cuervos. Una vez estuvo vestida con premura abandono su habitación directo hacia la oficina del Maestre desde donde pidió ayuda, sabiendo que...Todos llegarían demasiado tarde.

Tras ello acudió a los aposentos de Lady Mallister donde se dedicó a rezar por su bien y el de todos en Varamar.