Lynesse Hightower

Lynesse Hightower

Personalidad

De la misma forma en que la luz tiene sentido sólo cuando hay oscuridad, la dulce fachada de doncella tímida, reservada, sutilmente coqueta y amable de Lynesse tiene sentido en el contexto de sus verdaderos sentimientos, ocultos hasta para su sombra.
Tras su aspecto de ángel, sus maneras discretas, su educación perfecta y sus modales refinados, se oculta una mujer manipuladora, inteligente y prejuiciosa, sin demasiados escrúpulos cuya ambición y vanidad superan con creces sus virtudes; más -a diferencia de otras mujeres de Poniente de su misma categoría- Lynesse aprendió rápidamente que, viviendo en un mundo de hombres, conseguía y consigue más haciéndose la tonta y mostrándose dulce e indefensa que dejando ver o entrever su verdadero carácter o intenciones.
La Bella Luz de Antigua es leal a su familia pero por sobre todo es leal a sí misma, razón por la cual sus propios objetivos van por delante de cualquier necesidad, lealtad, promesa, cumplimiento o expectativa ajena; esto explica el hecho de que -aunque su hermano Baelor nunca lo hubiese propuesto- por mucho tiempo aspiró a ser objeto de afecto del Príncipe Rhaegar.
El matrimonio del Dragón con Elia Martell fue un duro golpe en su momento para sus expectativas y ambiciones, sin embargo, al igual que los pétalos de las flores de un año son reemplazados por otros al año siguiente, su intención inicial de convertirse en esposa y futura reina con uno fue reemplazada por el tiempo con la ambición de serlo del otro. Nuevamente, el compromiso del príncipe Viserys con Priscilla Belmore fue otro golpe para su vanidad, aunque en este caso amortiguado por la certeza de que esta última no es sino una marioneta de Diana Belmore, la 'querida del Rey', aquella que se aseguró un puesto junto al rey Loco y, junto a ello, un puesto para su prole en la línea real.
Más para Lynesse Poniente no es sino un tablero gigante de sitrang y, como tal, las piezas son intercambiables y nada es eterno; debido a esto, cuando le fue ofrecida la posibilidad de contraer matrimonio con Robert Baratheon no sólo no se negó sino que incluso le dio alicientes al gran Venado, aceptando con pudor y recato sus atenciones, regalos y cartas. Después de todo ¿quién podía decir que quien casi había logrado robarle la Corona a Aerys no pudiera intentar una segunda vuelta? y, más aún, ¿quién podía asegurar que cuando eso ocurriera no pudiera convertirse ella finalmente en reina?

Lynesse es capaz de mentir y traicionar sin sentir remordimiento alguno por ello si considera que es necesario hacerlo. Su astucia y su aspecto frágil hacen que tienda a caer bien, a generar en los otros la sensación de necesitar protegerla, lo cual los convierte en víctimas perfectas de su manipulación o sus intereses y le facilita la posibilidad de obtener de ellos información o convencerlos sin demasiado esfuerzo de la importancia de hacer tal o cual cosa pero haciéndoles creer que no fue idea suya sino de ellos.

Su tiempo en Desembarco como dama de la reina Rhaella le sirvió no sólo para familiarizarse con las intrigas de la Corte y conseguir contactos que espiasen para ella sino además para acercarse a los príncipes.

Como parte de su educación a recibido instrucción en música, tejido con bolillos y bordado -además de idiomas, literatura e historia-. Sabe tocar el clave y la celestina con gracia y estilo, pudiendo acompañarse con su voz melodiosa y dulce sin demasiada dificultad y además es muy hábil con las manos, al punto de que algunos comparan el resultado de sus tejidos con el efecto que causan las pinturas de los grandes artistas y la delicadeza de sus bordados con la fragilidad y gusto de los encajes más exquisitos provenientes de Essos.

Historia

Leyton Hightower ya había estado casado y enviudado dos veces para cuando conoció en el torneo por el ascenso de Baelor I a Leonette Fossoway, una jovencita que no hacía tanto había tenido su primer sangrado pero que logró captar la atención del ya adulto señor de Antigua, quien no perdió tiempo alguno y pidió, no mucho después, su mano en matrimonio.
La nueva esposa se instaló entonces en Antigua, más como Leyton ya tenía otros hijos de sus anteriores matrimonios -en particular Baelor, su heredero- su estancia en la ciudad del Faro no fue tan iluminada como se hubiese esperado, puesto que el joven Hightower rechazaba a su nueva madrastra y, posteriormente, a la hija de ésta, pues acusaba al padre de haber olvidado con excesiva facilidad el recuerdo su madre (y, por qué no decirlo, incluso de su madrastra anterior). Sin embargo, con el tiempo la dulzura de Leonette logró ganarse un lugar en el corazón áspero y duro de su hijastro, más la rivalidad para con Lynesse transcendió en el tiempo, razón por la cual la Joven Luz y él se han detestado mutuamente desde siempre.
A diferencia de lo ocurrido con Baelor -que recibió una educación estricta y severa a fin de capacitarlo para ser el heredero-, Leyton y Leonette se dedicaron a consentir a su última hija, a quien le brindaron no sólo la posibilidad de una educación digna de una reina sino que además cumplían cualquier capricho o deseo de ella cautivados por la dulzura y belleza de la pequeña que, a su parecer, era capaz de ganarle el corazón a cualquiera que llegara a conocerla.
Cegados por el afecto y enredados en los sutiles hilos de las artimañas de su hija, la pareja de Hightower accedió a casi cualquier cosa que ella les solicitara -desde un regalo determinado hasta el poder convertirse en dama de compañía de la reina Rhaella-, con excepción de una: nunca llegaron a comprometerla con Rhaegar Targaryen, ambición que fue -durante un tiempo- el mayor objetivo de la joven Lynesse. Sin embargo, la Hightower nunca terminó de saber si esto fue una decisión de sus padres o el resultado de la negativa del rey Aerys, a quien adjudica interiormente la responsabilidad por su ego y su vanidad herida.

Durante el tiempo en que estuvo como parte del séquito de Rhaella en Desembarco trató de acercarse a los príncipes, cuya confianza en parte fue ganando, en especial la del joven Viserys -a quien tan sólo veía como un niño pero en quien no puso sus ojos con segundas intenciones hasta después de la muerte de Rhaegar-, pero la muerte de Baelor la condujo lejos de la Fortaleza Roja nuevamente, devolviéndola al seno de su familia. Sin embargo para Lynesse aquello no fue sino el equivalente a un viento de esperanza: tras años de llevarse mal con su hermano, el nuevo Señor de Antigua era ahora afín a sus intereses y ambiciones y contaba con su confianza y aprecio.

Ya en Antigua, Garth le ofreció volverse Maestra de las Sombras de Antigua y ese es, en parte, el papel que acutalmente desempeña, tanto en su casa como en lo que respecta al resto de sus relaciones.

La muerte de Rhaella además le dio otro empuje extra a sus ambiciones: durante su entierro fue vista por Robert Baratheon, quien cayó también presa de sus encantos. Para Lynesse el Venado no es sino otro medio para un fin: llegar a ser reina en algún momento, y es por eso mismo que ha aceptado casarse con quien, en definitiva, ostenta al día de hoy el dudoso de honor de ser quien pudo haber hecho caer la balanza junto a la cabeza del rey Aerys.

Lynesse es consciente de los rumores que indican que el Señor de las Tormentas estaba profundamente enamorado de Lyanna Stark, más esto no sólo no lo considera un impedimento para el logro de sus ambiciones sino que incluso cree que puede convertirse en otra pieza del juego a su favor: muerta o no muerta, la culpa, la historia, el afecto y la deuda implícita por haber tenido que matarla y por las pérdidas que sus decisiones tuvieron a cabo son hilos con los cuales tirar del Venado para volverlo una marioneta de sus intereses y manipularlo a fin de llegar a convencerlo de hacer lo que ella asume que es capaz de hacer.

¿Cuál es tu papel en el Juego de Tronos?

Para Lynesse Poniente no es sino un tablero de sitrang. Visto así: todos son piezas, todos son manipulables y quien tenga la información y la astucia e inteligencia suficiente como para prever los movimientos de los otros será quien al final del juego ostente el poder. Su papel es ayudar a que su familia pueda estar en la nómina de los que ganen y llegar algún día a ser reina -sin importar el costo que ello signifique-.