Cabezas, martillos y tormentas [Bryen Caron]

Bryen Caron llevaba días esperando aquella visita, aunque desconocía el motivo del retraso de aquella comitiva, se alegró de saber de su arribo hasta Nocturnia. Muchas noticias habían llegado hasta sus oídos en los días pasados, algunas de mayor importancia que otras pero todas con algún grado de injerencia en el futuro tormenteño.

Lord Baratheon venía a impartir justicia sobre el hombre que había liderado a aquellos que casi habían matado a su hermano, de seguro todo el peso de la ley caería sobre el desquiciado Jeor. Aunque como sea dicho de paso a Bryen eso era lo que menos le preocupaba.

al oír de boca de uno de sus vasallos que Lord Robert había llegado ordenó de inmediato levantar la pesada reja de hierro fundido que protegía la entrada a la fortaleza, dejando paso libre a su señor y sus acompañantes. Lord Caron salió desde las barracas donde se encontraba entrenando y se dirigió directo hasta el patio central. Su mejilla derecha estaba enrojecida por un golpe que había recibido que de haber sido real lo habría mandado directo al patio donde descansan sus antepasados. Su frente transpiraba y una gota de sudor se deslizaba hasta su barbilla.

Al llegar exclamó, sin hacer ningún tipo de reverencia, abriendo los brazos y con una sonrisa la bienvenida de rigor. Cuando estaba ante Lord Baratheon no sentía esa presión que muchos decían sentir en su presencia, si bien no eran íntimos amigos, existía una relación de confianza mutua entre ambas familias.

- Lord Baratheon... Bienvenido a mi humilde hogar...

Saludos a los acompañantes uno por uno estrechando sus manos, al igual como lo hizo con su señor.

Lord Caron respondió al efusivo saludo con un fuerte apretón al antebrazo de Robert mientras observaba de reojo como el resto e los presentes comenzaba a moverse a cumplir con sus labores, guiar a los recién llegados hasta un lugar de descanso, como preparar a los animales para darles agua y alimento.

- Pues sabes que a mi tampoco me gustan los saludos protocolares... Generalmente esconden mentiras o dobles intenciones... Prefiero ser yo mismo, y te agradezco lo mismo a ti.

Recibió el tema de los bandidos de Jeor con algo de cuidado, si bien ya se sabía que Stannis se había salvado, el había presenciado el momento en que la flecha artera le había atravesado el cuello y la forma en que había caído del caballo, sin duda que a los ojos de su experiencia, era muy probable que le trajera secuelas al heredero de Bastión de Tormentas.

- Si, fue un buen combate aunque demasiado rápido, las fuerzas de Stannis los aplastaron con la primera embestida, luego llegamos nosotros para acabar con el asunto... La verdad es que esperaba algo más de resistencia... Pero a final de cuentas, solo eran delincuentes, sin ningún tipo de preparación.

Omitió el detalle del fanatismo religioso, que tras el interrogatorio a Jeor Tormenta había hecho nacer en su cabeza la idea de una posible formación de carácter fundamentalista en las Tierras de las Tormentas, lo que le comentaría a Robert en privado y como conclusión de su informe sobre el asunto, ya en un plano más formal y reservado.

- Tu hermano demostró una gran valentía y capacidad de liderazgo, sin duda es un digno representante de tu linaje...

Concluyóantes de recibir la batería de preguntas que formuló Lord Baratheon respecto a la situación de Las Marcas y en general de la actualidad fronteriza.

- Ya sabes como es esto, siempre estamos al borde de una guerra... Más ahora con todo lo que ha pasado, los ánimos parecen estar mas caldeados que nunca... Y si bien no hemos tendo ningun enfrentamiento, si mis vigías han divisado movimientos de tropas y de caravanas poco usuales por el sector... Por lo que como supondrás, estamos todo el tiempo alertas... Que tal esta todo por Refugio Negro? Han visto algo? El último tiempo hemos estado algo desconectados, no hemos recibido muchas noticias desde el Sendahueso...

Bryen se sorprendió un poco por la pregunta respecto a su hermana, no conocía la relación que tenían entre ellos pero jamás sospechó que fuera algo tan cercano, si bien Alana había convivido con la familia Baratheon en Bastión de Tormentas, nunca imagino que fuera amiga de Robert.

- Lamenta no poder venir a participar de tu recepción, pero esta dedicada en gran medida al cuidado de nuestra madre, ya sabes, los años se le han venido encima y las enfermedades propias de la vejez han hecho merma en su cuerpo... Mas no en su mente, aun me regaña de vez en cuando cuando algo no le parece... Jajajaja... De seguro pronto la verás, está en la fortaleza y de seguro te toparás con ella.

Sonrío a gusto, mientras lo invitaba a adentrarse a la sombra que propiciaba el interior de la fortaleza, conduciéndolo a uno de los salones donde habitualmente recibía a sus invitados más distinguidos. En el lugar había dispuesta comida y bebida para todos los gustos. Sin delicadeza sirvió dos copones con vino, extendiéndole uno a Lord Baratheon.

- No te preocupes, que no es agua...

Volvió a sonreír para lego tomar un sorbo de su copón.

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