Conectarse
Últimos temas
Créditos del Foro
» Skin obtenido de Captain Knows Best creado por Neeve, gracias a los aportes y tutoriales de Hardrock, Glintz y Asistencia Foroactivo.
» Tablón de anuncios por Pyrite Wolf » PSD, texturas y recursos de Picanta y Morrigan » Imágenes y texturas de Deviant Art, especialmente de JJFWH. También de Google y Sébastien Bukowski » Foro basado en la saga de Canción de Hielo y Fuego de GRR Martin. » Sistemas realizados por el anterior usuario del Dios de la Tormenta, a quien agradecemos su impulso y apoyo para con el proyecto. » Sistema de rumores y envenenamiento realizado por Los Siete. |
Viserys Targaryen
Página 1 de 1. • Comparte
Viserys Targaryen
Viserys Targaryen
"Don't wake the dragon" | Viserys Targaryen 16 DdN El Príncipe Basilisco Príncipe Casa Targaryen Desembarco del Rey Clark Bockelman ¿Es canon? Si |
Personalidad
Ambicioso, fogoso y astuto. Si existen tres palabras en la Lengua Común que puedan describir al Príncipe Viserys, sin duda serían esas. Ha aprendido muy bien sus lecciones de etiqueta y de cortesía, si bien debido a su propia fogosidad e impaciencia siempre fue un alumno difícil y le dio más de un dolor de cabeza al maestre de la Fortaleza Roja y a todo aquel que fuera su tutor.
Veía con admiración las gestas de su hermano mayor, Rhaegar, y la habilidad que este tenía con la espada. Pero a la vez siempre se sintió a la sombra del otro. Sabía muy bien que el primogénito era, sin duda, el príncipe perfecto.
Todo el mundo lo sabía... ¿y eso en qué lugar lo dejaba a él? Viserys no se sentía particularmente listo, fuerte, o poderoso. Por eso, desde joven se propuso intentar ser mejor que su hermano.
A la fecha, tiene un gran inconveniente con esa misión: él mismo. A pesar de que no es idiota y ha aprendido bien todo lo que tenía que aprender sobre el entorno de la nobleza, e incluso sobre las batallas, dado que ha probado ser un buen combatiente luego de estar practicando durante años, tanto con el maestro de armas como con sus más allegados; también es cierto que su carácter no lo ayuda. Puede hervir de furia con poca provocación, lo cual termina nublando su juicio y haciéndolo estallar en rabia. Su mal temperamento es conocido en la Fortaleza Roja y le ha granjeado el apodo secreto de "Príncipe Basilisco", en honor a los legendarios y agresivos reptiles de Sothoryos que tenían la fama de matar con la mirada; un apodo que nunca, nunca, se debe mencionar si él está cerca, a riesgo de terminar sufriendo su ira. Así mismo, y al igual que su padre, siente una gran fascinación por el fuego, aunque no ha llegado ni mucho menos a los extremos de su progenitor, pero lo considera el elemento más bello, poderoso y más representativo de los Targaryen (y de él mismo) que pueda existir.
En los últimos tiempos y con sus ambiciones aún más realzadas, Viserys ha logrado ir controlando, de a poco, aquella faceta más negativa, puesto que sabe perfectamente bien que, si desea cumplir sus objetivos, lo último que debe hacer es perder los estribos y perder su mente fría y los consejos y presiones de la Viuda Blanca, Diana Belmore, ayudan bastante en ello.
Cuando no se enfurece y reposa, pensando, Viserys demuestra ser un muchacho bastante astuto e inteligente.
Le encanta planear y siente un deseo casi insaciable de aprender más y de perfeccionarse todo lo posible, aceptando encantado la orden de su progenitor de comenzar a entrenar y practicar combate con el Toro Blanco; e incluso dando una perfecta fachada de tío cuidadoso y encantador con sus sobrinos, Aegon y Rhaenys.
Siente una profunda admiración por su padre Aerys y por como logró manejar él solo a lobos, peces y halcones, pero también está consciente de que probablemente muchas de las cosas que el monarca hagan puedan parecerle arbitrarias a los vasallos... Pero ¿no es ese el derecho que tiene el dragón sobre todas las criaturas inferiores?
Sabe que sí, pero también sabe que si se quiere mantener la ilusión que provee estabilidad al reino y que mantiene a los vasallos bajo el yugo del Trono de Hierro, entonces se debe mezclar el miedo, la autoridad y el puño de hierro con ciertas concesiones y un poco de mano más ligera. Tampoco hay que olvidar el hecho de que se está rodeado de víboras, de potenciales enemigos y traidores, de gente inteligente y astuta que juega al Juego de Tronos y que no da un paso sin pensarlo. A pesar de su juventud, él mismo se siente plenamente tentado a entrar en el juego, considerando que las circunstancias son las que más pueden favorecerlo para mejorar su posición en Poniente.
También, y a pesar de todo lo dicho arriba, Viserys es un joven generoso y alegre con aquellos que le caen en gracia y a los que considera amigos y allegados más cercanos. Aunque muchos pueden argumentar que la mejor parte de él murió junto a la Reina Rhaella, lo cierto es que aún está allí, a pesar de que el chico se haya mostrado con una fachada aún más endurecida y austera de lo normal. Tiene cierto "punto suave" por los sobrinos de Lord Florent, que son sus más cercanos, y ni qué decir por su propio padre, a quien solo desea volver orgulloso de él, buscando erguirse con mayor gloria y brillo de lo que nunca se irguió Rhaegar. También, y a pesar de considerar un poco débil a su madre por haber sucumbido a la enfermedad (aunque sospecha que la verdad es mucho más compleja que eso), de hecho una de sus posesiones más preciadas es un pequeño dragón tallado en obsidiana con brillantes rubíes como ojos, regalo de su madre en su décimo día del nombre.
Veía con admiración las gestas de su hermano mayor, Rhaegar, y la habilidad que este tenía con la espada. Pero a la vez siempre se sintió a la sombra del otro. Sabía muy bien que el primogénito era, sin duda, el príncipe perfecto.
Todo el mundo lo sabía... ¿y eso en qué lugar lo dejaba a él? Viserys no se sentía particularmente listo, fuerte, o poderoso. Por eso, desde joven se propuso intentar ser mejor que su hermano.
A la fecha, tiene un gran inconveniente con esa misión: él mismo. A pesar de que no es idiota y ha aprendido bien todo lo que tenía que aprender sobre el entorno de la nobleza, e incluso sobre las batallas, dado que ha probado ser un buen combatiente luego de estar practicando durante años, tanto con el maestro de armas como con sus más allegados; también es cierto que su carácter no lo ayuda. Puede hervir de furia con poca provocación, lo cual termina nublando su juicio y haciéndolo estallar en rabia. Su mal temperamento es conocido en la Fortaleza Roja y le ha granjeado el apodo secreto de "Príncipe Basilisco", en honor a los legendarios y agresivos reptiles de Sothoryos que tenían la fama de matar con la mirada; un apodo que nunca, nunca, se debe mencionar si él está cerca, a riesgo de terminar sufriendo su ira. Así mismo, y al igual que su padre, siente una gran fascinación por el fuego, aunque no ha llegado ni mucho menos a los extremos de su progenitor, pero lo considera el elemento más bello, poderoso y más representativo de los Targaryen (y de él mismo) que pueda existir.
En los últimos tiempos y con sus ambiciones aún más realzadas, Viserys ha logrado ir controlando, de a poco, aquella faceta más negativa, puesto que sabe perfectamente bien que, si desea cumplir sus objetivos, lo último que debe hacer es perder los estribos y perder su mente fría y los consejos y presiones de la Viuda Blanca, Diana Belmore, ayudan bastante en ello.
Cuando no se enfurece y reposa, pensando, Viserys demuestra ser un muchacho bastante astuto e inteligente.
Le encanta planear y siente un deseo casi insaciable de aprender más y de perfeccionarse todo lo posible, aceptando encantado la orden de su progenitor de comenzar a entrenar y practicar combate con el Toro Blanco; e incluso dando una perfecta fachada de tío cuidadoso y encantador con sus sobrinos, Aegon y Rhaenys.
Siente una profunda admiración por su padre Aerys y por como logró manejar él solo a lobos, peces y halcones, pero también está consciente de que probablemente muchas de las cosas que el monarca hagan puedan parecerle arbitrarias a los vasallos... Pero ¿no es ese el derecho que tiene el dragón sobre todas las criaturas inferiores?
Sabe que sí, pero también sabe que si se quiere mantener la ilusión que provee estabilidad al reino y que mantiene a los vasallos bajo el yugo del Trono de Hierro, entonces se debe mezclar el miedo, la autoridad y el puño de hierro con ciertas concesiones y un poco de mano más ligera. Tampoco hay que olvidar el hecho de que se está rodeado de víboras, de potenciales enemigos y traidores, de gente inteligente y astuta que juega al Juego de Tronos y que no da un paso sin pensarlo. A pesar de su juventud, él mismo se siente plenamente tentado a entrar en el juego, considerando que las circunstancias son las que más pueden favorecerlo para mejorar su posición en Poniente.
También, y a pesar de todo lo dicho arriba, Viserys es un joven generoso y alegre con aquellos que le caen en gracia y a los que considera amigos y allegados más cercanos. Aunque muchos pueden argumentar que la mejor parte de él murió junto a la Reina Rhaella, lo cierto es que aún está allí, a pesar de que el chico se haya mostrado con una fachada aún más endurecida y austera de lo normal. Tiene cierto "punto suave" por los sobrinos de Lord Florent, que son sus más cercanos, y ni qué decir por su propio padre, a quien solo desea volver orgulloso de él, buscando erguirse con mayor gloria y brillo de lo que nunca se irguió Rhaegar. También, y a pesar de considerar un poco débil a su madre por haber sucumbido a la enfermedad (aunque sospecha que la verdad es mucho más compleja que eso), de hecho una de sus posesiones más preciadas es un pequeño dragón tallado en obsidiana con brillantes rubíes como ojos, regalo de su madre en su décimo día del nombre.
Virtudes y Defectos | Linaje |
Virtudes
Defectos
|
|
Historia
"When a great dragon falls, a lesser one rises. And this one can become even greater than the former"
Nacido en el seno de la realeza ponienti... Pero no exactamente el príncipe. Hijo de Aerys y Rhaella Targaryen,
Viserys es el hijo menor. El segundo hijo. El sujeto que no tenía otra cosa más que hacer que vivir a la sombra de su hermano mayor, del príncipe heredero. Y durante toda su infancia, Viserys jugó ese papel de manera casi inadvertida.
Por supuesto, dio muchos problemas a su madre para venir al mundo y todos saben el dicho: un parto complicado augura un niño complicado. Durante toda su infancia, Viserys fue un niño violento, contestatario y arrogante que se aprovechaba tanto de su aspecto inofensivo como de la posición y la autoridad que lo investía como príncipe para hacer de las suyas.
Rhaegar era el valiente, el inteligente, el poderoso. Aquel que tenía excelente manejo tanto de las armas como de los libros y de la música. Y no se podía decir que, cada vez que lo veía, su hermano no mirase hacia arriba con admiración. Más bien al contrario. Admiraba y apreciaba a su hermano, pero también lo envidiaba. Con el pasar de los años, Viserys se hizo cada vez más consciente de la posición predominante de Rhaegar y de su papel como heredero de los Siete Reinos.
Pero la envidia, oh, ese cruel sentimiento que puede ser considerado uno de los peores defectos del ser humano, casi un pecado, para Viserys resultó ser una bendición. Fue gracias a dicho sentimiento que el pequeño príncipe empezó a interesarse más en los estudios y en las prácticas de combate, fue por ese mismo sentimiento el que lo impulsó a desarrollar sus habilidades y dejar de lado en buena parte aquella arrogancia característica de la infancia, aunque nadie logró tratar con completo éxito su mal temperamento, sino que es un trabajo que él mismo ha tenido que ir tratando y desarrollando con el pasar del tiempo.
Cuando se enteró de la muerte de su hermano y de los cargos de "conspirador" que se le atribuían, quedó sorprendido y dividido entre la angustia por haber perdido a alguien a quien consideraba "el mayor de los dragones" y la alegría por saber que ya no estaría a su sombra. Sin mencionar que, además de muerto su hermano, la víbora dorniense de su cuñada, Elia Martell, también fue borrada del mapa. Viserys ha pasado todo ese tiempo reflexionando. Vio la muerte de Rhaegar y el fin de Elia, pero también apreció como su padre manejaba magistralmente a los rebeldes que habían osado alzarse contra el Trono de Hierro: Starks, Tullys, Arryns... Norte, Ríos y Valle... Todos ellos caídos ante las maniobras de los dragones. Y, ante tales éxitos, Viserys no puede más que sentirse impresionado con su padre.
Conociendo lo delicado de la situación del reino, a pesar de la aparente fortaleza de los Targaryen, Viserys considera que la herencia no debe recaer en su sobrino, el hijo de Rhaegar y la perra dorniense, el pequeño Aegon.
Él mismo cree ser el heredero indicado y legítimo al Trono de Hierro. Después de todo, Aegon es solo un medio dorniense. Una mancha sacrílega en la sangre del dragón: mezcla de dragones y víboras.
La muerte de su madre, la Reina Rhaella fue lo que lo impulsó definitivamente a tomar un papel más decisivo en los asuntos del reino, o al menos a intentar tomarlo. Mientras vivía, Rhaella aconsejó tranquilamente a Viserys contra tomar algún curso de acción en contra de su nieto. Después de todo, la mujer amaba al hijo de Rhaegar,
casi tanto como amaba a Viserys. Y el muchacho, respetando los deseos de su madre, no actuó contra su sobrino,
la pequeña mancha en el linaje Targaryen. Pero cuando la Reina falleció... El príncipe, su hijo, la lloró en secreto y su muerte endureció su corazón, así como su determinación a obtener de su padre la herencia que cree merecer para preservar el futuro del linaje de los dragones.
Cuando se enteró de que estaría prometido a Priscila Belmore, quedó algo sorprendido, dado que no era lo que se esperaba. Después de todo, la mejor opción habría sido contar con alguna hermana o prima de su sangre para preservar la pureza, sin embargo sabía perfectamente bien que no poseía nada de eso y no se opuso demasiado cuando su padre se lo informó: después de todo, la muchacha Belmore era hija de aquella a la que llaman la Viuda Blanca, una mujer de ascendencia Celtigar, pura sangre valyria... ¿Quién mejor para continuar con un linaje limpio que alguien de la Antigua Sangre? La sorpresa de la noticia lo abrumó, sin embargo siguió diligentemente los consejos de Diana Belmore, su futura suegra, que tomó inmediatamente el papel que le había correspondido a Rhaella en la corte, junto a Aerys, algo de lo que Viserys es plenamente consciente y, sin embargo, y por el bien de la casa y a su entender, del reino, prefiere ignorar olímpicamente.
Actualmente, Viserys sigue educándose, entrenándose y buscando alguna manera de convertirse oficialmente en el heredero de los Siete Reinos, intentando alentar a su padre a que dé finalmente el paso de desheredar a su nieto,
por ser una mezcla indigna de la sangre Targaryen con seres inferiores.
Nacido en el seno de la realeza ponienti... Pero no exactamente el príncipe. Hijo de Aerys y Rhaella Targaryen,
Viserys es el hijo menor. El segundo hijo. El sujeto que no tenía otra cosa más que hacer que vivir a la sombra de su hermano mayor, del príncipe heredero. Y durante toda su infancia, Viserys jugó ese papel de manera casi inadvertida.
Por supuesto, dio muchos problemas a su madre para venir al mundo y todos saben el dicho: un parto complicado augura un niño complicado. Durante toda su infancia, Viserys fue un niño violento, contestatario y arrogante que se aprovechaba tanto de su aspecto inofensivo como de la posición y la autoridad que lo investía como príncipe para hacer de las suyas.
Rhaegar era el valiente, el inteligente, el poderoso. Aquel que tenía excelente manejo tanto de las armas como de los libros y de la música. Y no se podía decir que, cada vez que lo veía, su hermano no mirase hacia arriba con admiración. Más bien al contrario. Admiraba y apreciaba a su hermano, pero también lo envidiaba. Con el pasar de los años, Viserys se hizo cada vez más consciente de la posición predominante de Rhaegar y de su papel como heredero de los Siete Reinos.
Pero la envidia, oh, ese cruel sentimiento que puede ser considerado uno de los peores defectos del ser humano, casi un pecado, para Viserys resultó ser una bendición. Fue gracias a dicho sentimiento que el pequeño príncipe empezó a interesarse más en los estudios y en las prácticas de combate, fue por ese mismo sentimiento el que lo impulsó a desarrollar sus habilidades y dejar de lado en buena parte aquella arrogancia característica de la infancia, aunque nadie logró tratar con completo éxito su mal temperamento, sino que es un trabajo que él mismo ha tenido que ir tratando y desarrollando con el pasar del tiempo.
Cuando se enteró de la muerte de su hermano y de los cargos de "conspirador" que se le atribuían, quedó sorprendido y dividido entre la angustia por haber perdido a alguien a quien consideraba "el mayor de los dragones" y la alegría por saber que ya no estaría a su sombra. Sin mencionar que, además de muerto su hermano, la víbora dorniense de su cuñada, Elia Martell, también fue borrada del mapa. Viserys ha pasado todo ese tiempo reflexionando. Vio la muerte de Rhaegar y el fin de Elia, pero también apreció como su padre manejaba magistralmente a los rebeldes que habían osado alzarse contra el Trono de Hierro: Starks, Tullys, Arryns... Norte, Ríos y Valle... Todos ellos caídos ante las maniobras de los dragones. Y, ante tales éxitos, Viserys no puede más que sentirse impresionado con su padre.
Conociendo lo delicado de la situación del reino, a pesar de la aparente fortaleza de los Targaryen, Viserys considera que la herencia no debe recaer en su sobrino, el hijo de Rhaegar y la perra dorniense, el pequeño Aegon.
Él mismo cree ser el heredero indicado y legítimo al Trono de Hierro. Después de todo, Aegon es solo un medio dorniense. Una mancha sacrílega en la sangre del dragón: mezcla de dragones y víboras.
La muerte de su madre, la Reina Rhaella fue lo que lo impulsó definitivamente a tomar un papel más decisivo en los asuntos del reino, o al menos a intentar tomarlo. Mientras vivía, Rhaella aconsejó tranquilamente a Viserys contra tomar algún curso de acción en contra de su nieto. Después de todo, la mujer amaba al hijo de Rhaegar,
casi tanto como amaba a Viserys. Y el muchacho, respetando los deseos de su madre, no actuó contra su sobrino,
la pequeña mancha en el linaje Targaryen. Pero cuando la Reina falleció... El príncipe, su hijo, la lloró en secreto y su muerte endureció su corazón, así como su determinación a obtener de su padre la herencia que cree merecer para preservar el futuro del linaje de los dragones.
Cuando se enteró de que estaría prometido a Priscila Belmore, quedó algo sorprendido, dado que no era lo que se esperaba. Después de todo, la mejor opción habría sido contar con alguna hermana o prima de su sangre para preservar la pureza, sin embargo sabía perfectamente bien que no poseía nada de eso y no se opuso demasiado cuando su padre se lo informó: después de todo, la muchacha Belmore era hija de aquella a la que llaman la Viuda Blanca, una mujer de ascendencia Celtigar, pura sangre valyria... ¿Quién mejor para continuar con un linaje limpio que alguien de la Antigua Sangre? La sorpresa de la noticia lo abrumó, sin embargo siguió diligentemente los consejos de Diana Belmore, su futura suegra, que tomó inmediatamente el papel que le había correspondido a Rhaella en la corte, junto a Aerys, algo de lo que Viserys es plenamente consciente y, sin embargo, y por el bien de la casa y a su entender, del reino, prefiere ignorar olímpicamente.
Actualmente, Viserys sigue educándose, entrenándose y buscando alguna manera de convertirse oficialmente en el heredero de los Siete Reinos, intentando alentar a su padre a que dé finalmente el paso de desheredar a su nieto,
por ser una mezcla indigna de la sangre Targaryen con seres inferiores.
¿Cuál es tu papel en el Juego de Tronos?
El príncipe que no fue. Inicialmente por la existencia de Rhaegar, legítimo príncipe heredero y luego de la muerte de este, por la molestia que resulta ser su sobrino Aegon para sus ambiciones. Desea con toda su fuerza convertirse en el monarca de Poniente, siendo el primer paso para esto ser el verdadero heredero de Aerys por lo que revolverá cielo y mar con tal de conseguir su objetivo. Es consciente de sus limitaciones y falencias, pero apenas puede soportar la idea de verse guiado por alguien más, siendo las únicas excepciones a esto su padre, el rey y su futura suegra dado que sabe (o al menos imagina) que los mejores intereses de estos dos se ven resguardados mejor por él que por un simple niñito, hijo de conspiradores.
Viserys Targaryen
Mensajes :
61
Re: Viserys Targaryen
Ficha Aceptada
Temas similares
» Casting de Viserys Targaryen
» Arrival — Viserys Targaryen
» Untimely Arrival (Viserys Targaryen)
» Construyamos tu futuro - Viserys Targaryen
» I trama Global - DDN del Príncipe Viserys Targaryen
» Arrival — Viserys Targaryen
» Untimely Arrival (Viserys Targaryen)
» Construyamos tu futuro - Viserys Targaryen
» I trama Global - DDN del Príncipe Viserys Targaryen
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Mayo 16, 2018 5:35 pm por Destino
» Cuervos a Lady Cersei Lannister
Vie Sep 22, 2017 3:19 am por Destino
» UMHSB X Cambio de botón
Dom Sep 17, 2017 7:34 pm por Invitado
» Until my heart Stops beating X Élite
Mar Sep 12, 2017 9:30 pm por Invitado
» Nevermore ϟ Afiliación elite
Lun Ago 21, 2017 4:57 pm por Invitado
» Casting para Daenerys Targaryen
Dom Ago 20, 2017 1:11 pm por Daenerys Targaryen
» Cierre.
Sáb Ago 19, 2017 5:06 pm por Antiguos Dioses
» Untimely Arrival (Viserys Targaryen)
Sáb Ago 19, 2017 2:39 pm por Darren Belmore
» Una abeja en la Tormenta [Bryen Caron]
Sáb Ago 19, 2017 4:55 am por Maestre Aaron