La luz de sus ojos [FB]

Habian pasado pocas semanas desde que lord Baratheon cometiera la mayor de sus atrocidades. Muchos cayeron antes bajo el poder de su martillo pero ninguna muerte lo había marcado como aquella ejecución en el alba. Cada vez que Lord Baratheon cerraba los ojos recordaba su frio y bello rostro... Lyanna, la loba del norte que había caído por su mano.

Por mas que Rob se repitiera todo el tiempo que lo había hecho por ella, para conservar su dignidad y esencia intactas la culpa se lo comía a trozos recordando su cabalgata y desayuno por Harrenhal, su rostro cuando estaban en la torre de la alegría... Eran pocos... Pero muu significativos los momentos. El gran Venado había caído em un profundo foso del cual no se recuperaría.

Su barba crecia descuidada, no recordaba la ultima mañana en la que había despertado sobrio y su cama había permanecido vacía, en ese momento repudiaba cualquier idea de sexo... Su consciencia no daba para tanto. Para terminar de romper su animo, los criados, que, aunque le tenían bastante miedo y cariño no dejaban los rumores. "Lord Baratheon, se levanta gritando su nombre; pasea por los pasillos como el fantasma de Harrenhal abriendo la puerta donde estaba Lady Lyanna".

Ese día, mientras vagaba por los pasillos de Bastion se encontró de nuevo con aquella habitación, se quedó parado frente a ella como tantas noches. Entró, sobre la cama habían sabanas limpias, pero estaba el vestido gris que habia mandado a hacer para ella, lo tomó en sus manos una vez había cerrado la puerta, las escenas volaron por su cabeza, se sentó en la cama con el vestido en las manos y la mirada perdida.

Lentamente, el rechinar de la puerta lo hizo levantar instintivamente la vista, detras, la delicada figura de su prima se contrastaba con la luz de las velas. Los ojos hinchados por el sueño y las lagrimas se desviaron hacia abajo sin producir un sonido.

La presencia de Barbara iluminaba hasta el ribcon más oscuro de Poniente pero en ese momento el corazón de Rob no era ni luz ni sombra, ni vida ni muerte... Simplemente era, por la inercia de vivir, por la necesidad de hacer perdurar su casa como misión, como lo quiso lord Steffon. Mientras tocaba el vestido las lagrimas que caian oscurecían la suave tela que alguna vez vistió a Lyanna, la puerta se cerró, unos pasos y se hundió el colchón. Cuando menos no esperaba unos delicados brazos lo rodearon con fuerza y a punto estuvo de quebrarse, sin embargo, era Robert Baratheon no podía desfallecer, todo se tensó mas y de repente se quebró. Lo que no había llorado semanas antes lo hizo ese día, abrazó a Barb y enterro la cara en su hombro. Las palabras de la Estermont golpeaban su cabeza y su corazon "dejarla ir", eso no era tan fácil, el simple hecho de no oir su risa una vez mas o ver sus ojos como grises y sentir como el frio del norte acompañaba cada movimie to. No es tan fácil Barb, se que lo sabes... Yo la maté, blandí mi espada en su cuello y murió eso lo hace todo mas difícil, aunque se que hice lo correcto, eso me come vivo suspiró y solo sus sollozos como los de un niño pequeño llenaban la estancia, de pronto Barbara rompió el silencio y sus palabras atravesaron el corazon de Robert.

¿Hablaste con ella? Rob escuchó atentamente sin darse cuenta que poco a poco edtaba dejando de llorar mientras escuchaba maravillado y traduciendo esas palabras a la voz de la norteña. Fue tan esperanzador que le hizo soltar una pequeña sonrisa cargada de emociones y recuerdos, la felicidad y la tristeza lo invadían, solo queria correr a donde quiera que ella estuviera y abrazarla, abrazarla y besarla como aquel día despues de liberarla. Ly... ¿Eso era lo que queria? - levantó su mano y la pasó por el cabello de Barbara llegando hasta a su mejilla, las lagrimas habían sido secadas y el llorar de aquella manera era lo que tal vez le hacía falta, pues nuevamente suspiró y rió. Hacia demasiado que la risa no pasaba por su vida, y asintió ante las ultimas palabras de la chica, era una tarea difícil, pues no había amado a nadie como a esa norteña, sin embargo, la chica tenía razon, no podía lamentarse toda la vida por ello, si quería hacer feliz  a la Stark tenía que pasar de capítulo, besó en la frente a barbara y tomo un largo susoiro. ¿que propones oara eso... Barb?

Odiaba y amaba a Barbara... Tenia la inocencia de una niña y la inteligencia de una mujer, siempre sabía que decir aunque a veces Robert deseaba que no dijera nada, levantó su mirada y se sintió mas liviano, la carga qye llevaba en sus hombros era muy pesada y sabia que la chica tenía razón, no podía hacer nadany los dioses habían tomado su decision, inclusive si Rob no les tenía mucha confianza en ellos sabía que existían. No podia hacer nada y eso era lo que mas impotencia le causaba, lo que mas lo culpaba. Si tan solo... Si tan solo hubiera contradicho a Ned con ese ataque... Pero ese era el destino.

Acarició la mejilla de su prima, sus ojos hinchados la miraron esperanzado. Tienes razón, debo salir de esto, no soy yo... Es que... su voz se quebró quebraba, una y otra vez respiro profundo Podemos intentarlo, tu padre no va a decir nada asi lo piense, su pequeña niña en un caballo, que barbaridad, si asi lo quieres, lo haremos Barb las últimas palabras hicieron titubear a Robert, quien negó con la cabeza, si bien lord Baratheon había sido perdonado por el rey loco, esto para el no significaba nada, el Venado nunca perdonaría la muerte de su amigo, su familia y la devastación de una casa tan antigua como el mismo Poniente, tampoco que lo pusiera entre la espada y la pared con Lyanna... Las cosas que estaban guardadas no eran mas que razones para levantarse junto con la rebelión Aerys y su familia estaban alargando el fin de sus días, haciendo sangrar mas al país.

No Barb su voz se tornó solemne, sombría, tal vez era hora quenla chica supiera algo de mundo voy a entrenar para la rebelión, pero la apoyaré, y espero que tengas la suficiente prudencia para no decirlo a nadie. 

El rey Aerys esta loco si sigue en el trono llegará el momento en que todo lo que conoces este destruido en unos años, y lo puedes ver con la simple muestra de lo que le pasó a los Stark, ellos eran... No lo merecían. Por eso, solo estoy a la espera querida Barbara, la rebelión se alzará y yo estare allí

Sonrió, la chica lo desarmaba con cada cosa... "No hay nada que una sonrisa no pueda cambiar"... Estas palabras seguramente dejarían huella en su vida.