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De caza por Las Marcas
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De caza por Las Marcas
Ultimo día del mes III. 282.
La pequeña comitiva de 20 hombres salió de Nocturnia antes del amanecer, los hombres de la Casa Caron llevaban sus ropajes cubiertos por túnicas y paños que le proporcionaran la protección suficiente contra el sol y la arena, los planes eran recorrer Las Marcas rozando la frontera con Dorne, con la finalidad de llevar alguna presa.
Aunque la verdadera finalidad era otra, solo Bryen conocía esto, pero no quería poner sobre alerta a sus hombres por un simple pero significativo rumor. Ese rumor le había estado quitando el sueño el último tiempo incluso no dejándolo dormir en ocasiones, manteniéndolo irritado y alerta a cualquier situación.
Finalmente se había decidido y emprendía la marcha acompañado por sus 20 mejores hombres, con la intención de pasar lo más desapercibido posible.
Avanzaron por el paso del príncipe los metros que correspondían a sus dominios antes de entrar a las colinas, poniendo Bryen especial énfasis en cualquier caminante o caravana que se les atravesare.
La pequeña comitiva de 20 hombres salió de Nocturnia antes del amanecer, los hombres de la Casa Caron llevaban sus ropajes cubiertos por túnicas y paños que le proporcionaran la protección suficiente contra el sol y la arena, los planes eran recorrer Las Marcas rozando la frontera con Dorne, con la finalidad de llevar alguna presa.
Aunque la verdadera finalidad era otra, solo Bryen conocía esto, pero no quería poner sobre alerta a sus hombres por un simple pero significativo rumor. Ese rumor le había estado quitando el sueño el último tiempo incluso no dejándolo dormir en ocasiones, manteniéndolo irritado y alerta a cualquier situación.
Finalmente se había decidido y emprendía la marcha acompañado por sus 20 mejores hombres, con la intención de pasar lo más desapercibido posible.
Avanzaron por el paso del príncipe los metros que correspondían a sus dominios antes de entrar a las colinas, poniendo Bryen especial énfasis en cualquier caminante o caravana que se les atravesare.
Bryen Caron
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Re: De caza por Las Marcas
El miembro 'Bryen Caron' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Re: De caza por Las Marcas
Bryen intercambio palabras con algunas personas, especificamente un par de mendigos que se mudaban de Dorne hacia otras tierras, en busca de mejores oportunidades. Apenas se acercó el aroma a cuerpo con falta de aseo le relleno la nariz provocándole un picor incomodo.
Sus hombres no oyeron lo que habló con los caminantes, ya que lo hizo un voz baja y sin descubrirse del todo el rostro.
Continuaron camino durante el corto trayecto que restaba.
Sus hombres no oyeron lo que habló con los caminantes, ya que lo hizo un voz baja y sin descubrirse del todo el rostro.
Continuaron camino durante el corto trayecto que restaba.
Bryen Caron
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Re: De caza por Las Marcas
El miembro 'Bryen Caron' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Re: De caza por Las Marcas
De Caza por las Marcas
Ynys Arena
Una caravana de telas iba por el camino cuando encontraron a esos extraños perdidos sin siquiera saber dónde pisaban. Una hermosa mujer de cabellos negros y ojos delineados clavó sus ojos inquisidores en aquellos desconocidos. Dos de los hombres que le acompañaban se movieron rapidamente hacia ellos. Con la cabeza cubierta de unas telas que evitaban el sol y cimitarras en sus manos, comenzaron a bordear a los extraños, aun sobre sus caballos.
-¿De dónde son? - preguntó con voz grave uno de los jinetes, aquel que montaba a un temible corcel de arena, rojo como la sangre y con gran potencia en sus patas. Rapidamente otros dos que iban en la comitiva se adelantaron, mostrando lanzas las cuales no dudaron en apuntar a los extraños.
-¿Qué ha traído el sol este día?- preguntó con suavidad la mujer, cubierta de telas claras y mirada oscura como la noche. Se la veía de rasgos fuertes más allá de tratar de lucir delicada como la flor que no era. Aun en su caballo, la mujer parecía estudiar a los presentes y, si bien, éstos le superaban en número, no tenía duda de que solo un hombre muy estupido sería capaz de atacar a un Yronwood en su propia tierra y pensar que saldría en una pieza.
- No son dornienses ¿Son dominienses? - susurró y en su voz se notó ese acento particularmente marcado que solo los sureños tenían. Sin embargo, ante la sola idea de esas palabras, aquellos que le acompañaron afirmaron sus manos sobre el mango de sus armas y apuntaron con más ferocidad.
Ella, en cambio, pareció no inmutarse siquiera.
-¿De dónde son? - preguntó con voz grave uno de los jinetes, aquel que montaba a un temible corcel de arena, rojo como la sangre y con gran potencia en sus patas. Rapidamente otros dos que iban en la comitiva se adelantaron, mostrando lanzas las cuales no dudaron en apuntar a los extraños.
-¿Qué ha traído el sol este día?- preguntó con suavidad la mujer, cubierta de telas claras y mirada oscura como la noche. Se la veía de rasgos fuertes más allá de tratar de lucir delicada como la flor que no era. Aun en su caballo, la mujer parecía estudiar a los presentes y, si bien, éstos le superaban en número, no tenía duda de que solo un hombre muy estupido sería capaz de atacar a un Yronwood en su propia tierra y pensar que saldría en una pieza.
- No son dornienses ¿Son dominienses? - susurró y en su voz se notó ese acento particularmente marcado que solo los sureños tenían. Sin embargo, ante la sola idea de esas palabras, aquellos que le acompañaron afirmaron sus manos sobre el mango de sus armas y apuntaron con más ferocidad.
Ella, en cambio, pareció no inmutarse siquiera.
Los Siete
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Re: De caza por Las Marcas
Bryen vió como la caravana de telas avanzaba directamente hacia ellos y la forma agresiva en que poco a poco los comenzaron a rodear, y si bien no era su intención encender una mecha que desataría una guerra en esa frontera, llevó su mano disimuladamente, bajo sus telas hasta su espada, que pendía de su cinturón.
- Tranquilos, pero atentos.
Señaló a su comitiva en voz baja antes de cruzarse de miradas con aquella mujer, la que parecía liderar a esos hombre, lo que no le tomó por sorpresa, conocía las costumbres dornienses y la fama de sus mujeres guerreras. Cuando se vio enfrentado a las preguntas, avanzo con su caballo lentamente y sin dar señal ninguna de agresividad. Se descubrió el rostro para hablar,al ser descubiertos no tenía ningún sentido mentir.
- Que si somos de esos afeminados del Dominio? Me ofende, señora.- Sonrió.
Hablaba con tono tranquilo, su voz fluía sin manifestar ningún tipo de emoción negativa, muy por el contrario, usaba un tono conciliador y hasta respetuoso.
- Soy Lord Bryen Caron de Nocturnia y Señor de Las Marcas.
Se acercó lentamente al caballo de la mujer para no tener que estar gritando, pero con precaución de no parecer invasivo.
- Hace unos días hemos sufrido el ataque de unos bandidos, y transitabamos por el Camino del Príncipe en su búsqueda o de su guarida.
No mentía, al menos no del todo ya que efectivamente habían sufrido un ataque de bandidos hace un tiempo que habían logrado repeler sin dificultades.
- Ha oído hablar de algún grupo de saqueadores por acá en el sector? O de algún tipo de movimiento extraño de hombres?
Se encogió de hombros antes de proseguir.
- Y su nombre es? Mi Lady?
- Tranquilos, pero atentos.
Señaló a su comitiva en voz baja antes de cruzarse de miradas con aquella mujer, la que parecía liderar a esos hombre, lo que no le tomó por sorpresa, conocía las costumbres dornienses y la fama de sus mujeres guerreras. Cuando se vio enfrentado a las preguntas, avanzo con su caballo lentamente y sin dar señal ninguna de agresividad. Se descubrió el rostro para hablar,al ser descubiertos no tenía ningún sentido mentir.
- Que si somos de esos afeminados del Dominio? Me ofende, señora.- Sonrió.
Hablaba con tono tranquilo, su voz fluía sin manifestar ningún tipo de emoción negativa, muy por el contrario, usaba un tono conciliador y hasta respetuoso.
- Soy Lord Bryen Caron de Nocturnia y Señor de Las Marcas.
Se acercó lentamente al caballo de la mujer para no tener que estar gritando, pero con precaución de no parecer invasivo.
- Hace unos días hemos sufrido el ataque de unos bandidos, y transitabamos por el Camino del Príncipe en su búsqueda o de su guarida.
No mentía, al menos no del todo ya que efectivamente habían sufrido un ataque de bandidos hace un tiempo que habían logrado repeler sin dificultades.
- Ha oído hablar de algún grupo de saqueadores por acá en el sector? O de algún tipo de movimiento extraño de hombres?
Se encogió de hombros antes de proseguir.
- Y su nombre es? Mi Lady?
Bryen Caron
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Re: De caza por Las Marcas
De Caza por las Marcas
Ynys Arena
Entrecerró los ojos y observó con cuidado al que se mostraba como lider de aquel grupo. No le había gustado el escuchar la palabra "tormenteño", no por tener algo contra éstos, sino porque eso significaba problemas. ¿No estaba Tormentas en conflicto con Coronas?
-Nocturnia- repitió y volvió su rostro a los hombres que le seguían. Sus ojos felinos se clavaron en el camino que, tecnicamente, llevaría a esas tierras - Estais lejos de Nocturnia entonces, mi lord.-
Hizo una reverencia y más allá de elegante, se notaba que parecía jactarse un poco de los presentes. La mirada de la mujer era penetrante como el calor del sol sobre Dorne y aun sobre su corcél, parecía estudiar la situación. Bandidos atacando Tormentas. Por los malditos dioses nuevos y antiguos ¿Estaban los Escorpiones moviendose dónde no debían?
Se acomodó sobre el caballo de arena y volvió el rostro hacia el camino.
-¿Sospechan que el ataque vino de Dorne?- preguntó ligeramente contrariada. Rumores había muchos pero uno era el que más resonaba: un grupo de bandidos dornienses estaban molestando a sus vecinos y, posiblemente, hayan tenido que ver con el saqueo a Palosanto hacía meses. Pero claro, hablar de eso con la terca mula de Slava Arena era similar a tratar de razonar con un perro enfurecido.
-He oído hablar de saqueos, particularmente en las tierras de Yronwood y que, queda de paso a vuestro camino. ¿Será que estamos ante el mismo grupo, mi lord? - podía notarse la furia escondida en sus ojos de gatosombra. ¡Los Escorpiones estaban fuera de control y ahora los Tormenteños cruzaban el territorio que les correspondía por ello! Mil maldiciones a quienes no habían tomado la cabeza de Olyver cuando aun estaba quieto bajo alguna de sus apestosas piedras.
-Soy Ynis Arena - fue su respuesta, seguida por una sonrisa que enmarcaba su rostro al arquear la ceja derecha - De Palosanto.- finalizó suavemente y con un dejo de soberbia. ¿Era que en los otros reinos las bastardas no tenían tanto nombre como en Dorne? - Son muchos hombres para estar solo, buscando una ruta de bandidos y creame, caminando por estos lados, dudo que la encuentre. Si se sabe algo de los malnacidos que tocan lo que no deben es que nunca están ante el sol, sino debajo de las piedras- susurró con malicia.
-Nocturnia- repitió y volvió su rostro a los hombres que le seguían. Sus ojos felinos se clavaron en el camino que, tecnicamente, llevaría a esas tierras - Estais lejos de Nocturnia entonces, mi lord.-
Hizo una reverencia y más allá de elegante, se notaba que parecía jactarse un poco de los presentes. La mirada de la mujer era penetrante como el calor del sol sobre Dorne y aun sobre su corcél, parecía estudiar la situación. Bandidos atacando Tormentas. Por los malditos dioses nuevos y antiguos ¿Estaban los Escorpiones moviendose dónde no debían?
Se acomodó sobre el caballo de arena y volvió el rostro hacia el camino.
-¿Sospechan que el ataque vino de Dorne?- preguntó ligeramente contrariada. Rumores había muchos pero uno era el que más resonaba: un grupo de bandidos dornienses estaban molestando a sus vecinos y, posiblemente, hayan tenido que ver con el saqueo a Palosanto hacía meses. Pero claro, hablar de eso con la terca mula de Slava Arena era similar a tratar de razonar con un perro enfurecido.
-He oído hablar de saqueos, particularmente en las tierras de Yronwood y que, queda de paso a vuestro camino. ¿Será que estamos ante el mismo grupo, mi lord? - podía notarse la furia escondida en sus ojos de gatosombra. ¡Los Escorpiones estaban fuera de control y ahora los Tormenteños cruzaban el territorio que les correspondía por ello! Mil maldiciones a quienes no habían tomado la cabeza de Olyver cuando aun estaba quieto bajo alguna de sus apestosas piedras.
-Soy Ynis Arena - fue su respuesta, seguida por una sonrisa que enmarcaba su rostro al arquear la ceja derecha - De Palosanto.- finalizó suavemente y con un dejo de soberbia. ¿Era que en los otros reinos las bastardas no tenían tanto nombre como en Dorne? - Son muchos hombres para estar solo, buscando una ruta de bandidos y creame, caminando por estos lados, dudo que la encuentre. Si se sabe algo de los malnacidos que tocan lo que no deben es que nunca están ante el sol, sino debajo de las piedras- susurró con malicia.
Los Siete
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Re: De caza por Las Marcas
Bryen se descubrió completamente la cara para poder hablar de manera más franca con aquella mujer, no quería parecer mal educado o como si estuviese ocultando algo. Escuchó atentamente las palabras de la mujer, especialmente las de otro posible saqueo, solo que en el lado de Dorne.
- A decir verdad, no sabemos exactamente de donde vino pero sacando conclusiones, no ha habido ningún otro saqueo en las Tormentas por lo que suponemos que ha venido desde aca.
Asintió con la cabeza a las palabras de la mujer, sus dichos solo venían a confirmar lo que Lord Caron sospechaba, si ya habían atacado en Palosanto, era casi de seguro que el grupo bandido se encontraría en algún punto entre el asentamiento de la Casa Yronwood y Nocturnia. Por lo general los grupos bandidos atacaban dentro de su radio de acción a partir de un campamento base. No lo pensó dos veces, esta era su oportunidad.
- Lo que me dices del asalto a los Yronwood solo viene a confirmar mis sospechas, quienes nos atacaron provenían de estas tierras que estamos pisando... Deben tener su guarida en algún lugar por aqui cerca.
Bryen sacó de entre sus ropajes un trozo de cuero, con trazos de color cafe oscuro y otros de cafe claro, enrollado y amarrado con una hebilla. Al desenrrollarlo ejo ver a su interlocutora que era un mapa, antiguamente muy fino, hoy ya mostraba el paso del tiempo en su superficie, algunos manchones de humedad y trazos de tinta casi borrados. Se acercó a la mujer cuidadosamente y le mostró aquel trozo de cuero, era un mapa de Las Marcas y los territorios adyacentes. Sobre el mapa, apoyó du dedo índice en Ncturnia y luego lo deslizo en línea recta hasta Palosanto, el asentamiento de la Casa Yronwood.
- Entre Nocturnia y Palosanto, solo hay un lugar mas o menos apto para albergar un campamento y mantenerlo relativamente a salvo de la vista de las autoridades...
Le extendió el mapa para que pudiera corroborar y observar la información gráfica más de cerca.
- Y es La Torre de la Alegría. No estamos muy lejos de ella verdad? Y luego, podríamos dar un vistazo al Nido de Buitres, a decir verdad no creo que se esten resguardando bajo el techo de Manwoody de Sepulcro del Rey no lo cree? Además si los encontramos, seacabaría el problema tanto para Dorne como para nosotros.
Bryen realmente no tenía ningún interes en los bandidos, solo quería averiguar si sus sospechas basadas en el rumor que había recibido eran ciertas.
Al escuchar el nombre de la mujer no se inmutó, conocía las costumbres dornienses respecto a las mujeres, lo recordaria pero el origen de aquella mujer no sería un problema para él.
- A decir verdad, no sabemos exactamente de donde vino pero sacando conclusiones, no ha habido ningún otro saqueo en las Tormentas por lo que suponemos que ha venido desde aca.
Asintió con la cabeza a las palabras de la mujer, sus dichos solo venían a confirmar lo que Lord Caron sospechaba, si ya habían atacado en Palosanto, era casi de seguro que el grupo bandido se encontraría en algún punto entre el asentamiento de la Casa Yronwood y Nocturnia. Por lo general los grupos bandidos atacaban dentro de su radio de acción a partir de un campamento base. No lo pensó dos veces, esta era su oportunidad.
- Lo que me dices del asalto a los Yronwood solo viene a confirmar mis sospechas, quienes nos atacaron provenían de estas tierras que estamos pisando... Deben tener su guarida en algún lugar por aqui cerca.
Bryen sacó de entre sus ropajes un trozo de cuero, con trazos de color cafe oscuro y otros de cafe claro, enrollado y amarrado con una hebilla. Al desenrrollarlo ejo ver a su interlocutora que era un mapa, antiguamente muy fino, hoy ya mostraba el paso del tiempo en su superficie, algunos manchones de humedad y trazos de tinta casi borrados. Se acercó a la mujer cuidadosamente y le mostró aquel trozo de cuero, era un mapa de Las Marcas y los territorios adyacentes. Sobre el mapa, apoyó du dedo índice en Ncturnia y luego lo deslizo en línea recta hasta Palosanto, el asentamiento de la Casa Yronwood.
- Entre Nocturnia y Palosanto, solo hay un lugar mas o menos apto para albergar un campamento y mantenerlo relativamente a salvo de la vista de las autoridades...
Le extendió el mapa para que pudiera corroborar y observar la información gráfica más de cerca.
- Y es La Torre de la Alegría. No estamos muy lejos de ella verdad? Y luego, podríamos dar un vistazo al Nido de Buitres, a decir verdad no creo que se esten resguardando bajo el techo de Manwoody de Sepulcro del Rey no lo cree? Además si los encontramos, seacabaría el problema tanto para Dorne como para nosotros.
Bryen realmente no tenía ningún interes en los bandidos, solo quería averiguar si sus sospechas basadas en el rumor que había recibido eran ciertas.
Al escuchar el nombre de la mujer no se inmutó, conocía las costumbres dornienses respecto a las mujeres, lo recordaria pero el origen de aquella mujer no sería un problema para él.
Bryen Caron
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Re: De caza por Las Marcas
De Caza por las Marcas
Ynys Arena
Siempre supo que algo de lo que se decía de Doran y su supuesta alianza con los bandidos tenía que tener algo de realidad. Solo un idiota ataca en sus propias tierras y solo alguien más idiota lo contrataría para ello. La mirada felina de la mujer se mantenía firme en el extraño tormenteño mientras los hombres detrás de ella murmuraban con un dejo de desconfianza. Y era en ese momento cuando los verdaderos hombres y mujeres mostraban su lealtad. Pestañeó en silencio mientras veía el mapa ante sus ojos, aquel que ese extraño le mostraba y luego evaluó una situación: Si daban con la guarida de los Escorpiones, seguramente sería el momento preciso para arrancar de cabeza a Olyver quien desconocía los códigos al atacar sus propias tierras. Pero si hacía eso, posiblemente tambien Doran Martell se vería involucrado.
Sabía que no estaban en la Torre de la Alegría pero, quizas lo mejor era llevarlo hacia allá y evitar que el Tormenteño atacase a alguien protegido por un Lord. Pero ella podía fingir no saberlo y simplemente, dejar que el tormenteño y el bandido se maten entre ellos.
Serían dos pájaros de un solo tiro y ella los tenía a ambos a la altura de ese tiro.
-Nido de Buitres. ¿Qué decían de ese sitio, Joran? - preguntó secamente, girandose sobre el caballo. Uno de los hombres de Ynys miró con desconfianza al Tormenteño y luego hacia atrás. - Más que de la Torre de la nada donde nunca hay nada jajaja - soltó una carcajada sin mentir dado que esa torre era tan ajena y tan poca cosa para cualquiera que nadie se tomaba su nombre en serio siquiera.- Nido de buitres es un nido de escorpiones. Eso dicen - agregó mientras escupia a la arena y volvía a mirar al tormenteño.
-¿Entonces donde deseas ir, Tormenteño? Porque entenderás que no puedo dejarte caminando solo con tus amigos en tierras que no son vuestras. Si vas a un sitio o al otro, yo te acompañaré. No sea que tu seas el saqueador- sonrió suave y burlona. La sola idea de que los escorpiones negros sean extintos le daba un placer malsano.
Los Siete
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Re: De caza por Las Marcas
Bryen no se fiaba del todo, tenía perfectamente claro que debía andar con pies de plomo, pisando siempre sobre seguro y nunca arriesgarse de más, por lo que se sintió complacido al notar que aquella mujer estaba dispuesta a acompañarlo, fuera por las razones que fueran.
- No he pedido que me dejes solo, he sido bastante explícito al pedirte que junto a tus hombres nos acompañen...
Miró nuevamente el mapa y luego de pensar durante unos minutos, lo volvió a enrollar y lo guardo en una de las alforjas del caballo.
- No me gustaría dejar ningún lugar sin revisar... Iremos al Nido, pero teniendo en consideración que la Torre esta de camino, pasaremos antes por ella. No perdemos nada.
Bryen hizo una seña a uno de sus hombres, el que se acercó al galope, para ser interrogado sobre las provisiones. El viaje se alargaría un poco más de lo previsto. El hombre hizo una revisión rápida de una lista e inventario de lo que llevaban y dio un escueto resumen sobre la situación de la comida y del agua que portaban.
- Tendremos que racionar un poco el agua y la comida, reduzca las raciones para todos.
Le dijo en tono seco y el hombre luego de asentir volvió hasta su posición en la comitiva. Bryen volvió a dirigirse a la mujer.
- Bien Ynis Arena de Palosanto, nosotros estamos listos para partir.
- No he pedido que me dejes solo, he sido bastante explícito al pedirte que junto a tus hombres nos acompañen...
Miró nuevamente el mapa y luego de pensar durante unos minutos, lo volvió a enrollar y lo guardo en una de las alforjas del caballo.
- No me gustaría dejar ningún lugar sin revisar... Iremos al Nido, pero teniendo en consideración que la Torre esta de camino, pasaremos antes por ella. No perdemos nada.
Bryen hizo una seña a uno de sus hombres, el que se acercó al galope, para ser interrogado sobre las provisiones. El viaje se alargaría un poco más de lo previsto. El hombre hizo una revisión rápida de una lista e inventario de lo que llevaban y dio un escueto resumen sobre la situación de la comida y del agua que portaban.
- Tendremos que racionar un poco el agua y la comida, reduzca las raciones para todos.
Le dijo en tono seco y el hombre luego de asentir volvió hasta su posición en la comitiva. Bryen volvió a dirigirse a la mujer.
- Bien Ynis Arena de Palosanto, nosotros estamos listos para partir.
Bryen Caron
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Re: De caza por Las Marcas
De Caza por las Marcas
Ynys Arena
La mirada de la mujer era profunda como sus ojos negros. Entendía que el tormenteño tenía temperamento y quizás, con ello, lograse ganar algo. Un bandido menos en Dorne deshecho por las manos de un extranjero. Levantó una ceja ante la petición de ir a la Torre de la alegría y movió toscamente sus hombros mientras se echaba hacia atrás con calma - Si quieres pasar, pasaremos, Bryen Caron-
No tenía especial idea de qué podía esconderse allá pero si el hombre encontraba calma en verificar esos territorios, ella no sería quién se la quitaría. Además, al principe Martell no le gustaría enterarse que un tormenteño se había puesto a verificar cosas en Dorne por su cuenta y por otro lado, tampoco le gustaría enterarse que un tormenteño molesto le llevó noticias desagradables de Dorne a Lord Baratheon, quien seguramente estaba con un humor bastante malo luego de lo sucedido con su prometida.
Sonrió y miró a sus hombres. Con un gesto de la cabeza les indicó que les siguiesen mientras golpeaba las costillas de su caballo con los talones para adelantarse a Lord Caron.
- Iremos por la periferia para acordar camino. Desea llegar a la dichosa torre, llegaremos. Más allá de no ser más que un cúmulo de nada - dijo en voz más baja.
La primer hora fue calmada y cruzaron un par de palabras. Ynis estaba desganada ante la idea de ir hacia un sitio donde sabía que nada habia puesto que a duras penas aparecía en los mapas. Sin embargo, el viento comenzó a agitarse de forma inesperada. La arena se levantó moviendo el cabello de la mujer primero pero luego, atontando sus ojos. Debió elevar su antebrazo para cubrir su frente de aquella tormenta que parecía empezar a levantarse.
-¡Demonios! - rugió de mala forma y volvió sus ojos a sus hombres y a los tormenteños - ¡Gira hacia la izquierda! - gritó mientras la arena se volvía más y más espesa junto al viento - ¡A la izquierda hay una zona de piedras, vamos! - ordenó sin vueltas.
¡Felicidades!, acabas de desbloquear una aventura.
Una tormenta de arena invade todo el campo de visión de tu personaje y los hombres que le acompañan. Lanza dos veces el dado de azar. Si sale un fallo, perderás el grupo que te acompaña quedando tu y Ynis solamente. Si sale dos fallos, quedarás solo en el sitio donde puedas refugiarte. No digo que mueren , solo que en la tormenta, se pierden.
Los Siete
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Re: De caza por Las Marcas
Una brisa más fría golpeo su cara, como presagio de la ventisca que los envolvería minutos más tarde, pronto el viento se hizo más intenso y los granos de arena empujados por el aire comenzó a metersele por los ojos.
Escuchó la voz de la mujer y se confirmaron sus peores sospechas, siguió una silueta y se arrojó al suelo arrastrando a su caballo por las riendas para que bajara junto con el al nivel suelo, guareciéndose al amparo de las rocas.
En ese momento no vio a nadie más ni escucho ninguna voz, solo el rugido del viento y de la arena golpeando contra su rostro, el que prontamente cubrió con el paño que portaba en su cuello, solo a la espera de que todo pasara lo antes posible, cubrió tambien los ojos y el hocico del caballo para evitar que se ahogara.
- Mierda!
Escuchó la voz de la mujer y se confirmaron sus peores sospechas, siguió una silueta y se arrojó al suelo arrastrando a su caballo por las riendas para que bajara junto con el al nivel suelo, guareciéndose al amparo de las rocas.
En ese momento no vio a nadie más ni escucho ninguna voz, solo el rugido del viento y de la arena golpeando contra su rostro, el que prontamente cubrió con el paño que portaba en su cuello, solo a la espera de que todo pasara lo antes posible, cubrió tambien los ojos y el hocico del caballo para evitar que se ahogara.
- Mierda!
Bryen Caron
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Re: De caza por Las Marcas
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Re: De caza por Las Marcas
De Caza por las Marcas
El griterío de los animales y de los hombres fue opacado por el ruido del temible viento que evitaba que la mirada siquiera pudiese ver más allá de lo que los ojos de los hombres veían. Bryen buscó refugio tan rápido como pudo pero, para su pesar, no había nadie con él. Alcanzó a ver la silueta de uno de sus acompañantes pero como si algo surgiese de la arena, éste fue tumbado y desapareció en gran cantidad de arena y viento.
Los gritos se apagaron y solo estaba él, dentro de una especie de caverna que parecía hecha por la erosión. Los ojos del tormenteño aun le ardían pero la tormenta parecía no querer pasar, golpeando brutalmente el suelo y la piedra como si quisiera romperla.
Lo primero que el hombre necesitaba era fuego para poder alumbrarse. Lo segundo, tranquilizarse. ¿Cúanto tiempo duraban las tormentas en Dorne? ¿Era mejor una tormenta de arena o una de agua y truenos como solía suceder en las tierras que él acostumbraba transitar.
La caverna era seca pero si uno empezaba a ver más allá, podía notar que había un camino que podría haber sido hecho hace años por agua. ¿Agua en esa región?
De cualquier forma, no tenía luz para bajar por ese camino y a menos que lograse encender alguna fogata con las pocas ramas muertas que había en el interior de ese lugar, su camino hacia abajo, tal como podía ver en esa caverna extraña, sería a oscuras, tanteando terreno desconocido.
Si deseas bajar, debes encender una fogata y hacer una antorcha con lo que tienes encima. En la caverna hay trozos de madera y piedra. Lanzas un dado de azar y si sale exito, la antorcha o el intento de antorcha se enciende. Sino, puedes bajar en la oscuridad y tratar de encender nuevamente en el próximo post.
Puedes hacer lo que desees: Salir a la tormenta, quedarte esperando, o continuar por el otro camino dentro de la caverna. Es tu elección.
Los Siete
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Re: De caza por Las Marcas
Bryen comenzó a tantear el suelo hasta encontrar algunas ramas, dando la espalda a la salida comenzó a frotar ambas ramas de forma constante, una contra la otra para intentar provocar calor y con eso una pequeña braza que alimentaría con algo de yesca.
Mientras hacía eso, intentaba pensar sobre que parte de su ropa sería mejor para una antorcha.
Luego de mucho intentarlo no lo consiguió y como ya se estaba empezando a ahogar con la arena decidió comenzar a avanzar, se metió las ramas y otras que encontró a su alrededor a un bolsillo y como pudo y pasando la mano por la pared de roca, comenzó a avanzar tanteando el terreno con sus pies, aun sin poder ver nada, podía sentir con sus extremidades, oler o sentir alguna brisa contra su rostro, pero hasta ese momento no sentía nada.
Luego de recorrer un par de metros, resbaló al pisar una roca suelta, que por su puesto no vio, cayendo de espaldas dentro de aquella caverna.
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fdj: Los dados no quieren nada conmigo jajaja.
Mientras hacía eso, intentaba pensar sobre que parte de su ropa sería mejor para una antorcha.
Luego de mucho intentarlo no lo consiguió y como ya se estaba empezando a ahogar con la arena decidió comenzar a avanzar, se metió las ramas y otras que encontró a su alrededor a un bolsillo y como pudo y pasando la mano por la pared de roca, comenzó a avanzar tanteando el terreno con sus pies, aun sin poder ver nada, podía sentir con sus extremidades, oler o sentir alguna brisa contra su rostro, pero hasta ese momento no sentía nada.
Luego de recorrer un par de metros, resbaló al pisar una roca suelta, que por su puesto no vio, cayendo de espaldas dentro de aquella caverna.
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fdj: Los dados no quieren nada conmigo jajaja.
Bryen Caron
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Re: De caza por Las Marcas
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Re: De caza por Las Marcas
De Caza por las Marcas
La piedra bajo sus pies había sido escondida por arena. Cuando Bryen cayó al suelo, comenzó a girar hacia abajo en un camino del cual, más allá que intentase aferrarse, no lograba hacerlo. A medida que era llevado dentro del camino, el tormenteño sentía la arena y la piedra sobre su ropa y sobre su rostro y cabello.
Finalmente cayó de cara al suelo en una especie de colchón de arena. Ésta hasta llegó a ingresar en su boca. Pero al abrir los ojos, notaba un ligero resplandor que provenía desde afuera. Había caído y ahora, de querer salir a la caverna, debería encontrar otro camino. A su lado, como si estuviese hecho por hierro fundido, había una especie de caldera pero, en su interior, había brasas que habían sido encendidas alguna vez. Si Bryen afilaba la vista, vería que más adelante habría otra forma igual, como si alguien hubiese preparado aquel sitio para ser visitado en otros tiempos. Si pudiese encender una de esas especie de hogueras lograria iluminar el interior de aquel sitio.
Afuera, en tanto, el grito del viento se mezclaba con los gritos de hombres. Y dentro de esa caverna, por alguna razón, el frío era intenso, muy diferente al clima normal dorniense.
Por el lado derecho, se sentía el sonido de agua, suave, tenue, como si gotas cayesen en un vacío indecible. Por el lado izquierdo, en cambio, había oscuridad absoluta. Sin saber por qué, Bryen sentía que en ese lugar no se encontraba solo. Una mirada que no sabía de dónde llegaba pero que le recordaba a los más antiguos miedos de la niñez, antes de ser el caballero guerrero que hoy era.
Sin saber si por qué, una frase llegó a su cabeza y recordó, en ese lugar extraño, a Jeor Tormenta. Una frase con esa voz salida de su podrida boca "No hay luz. No hay luz".
Puedes tratar de encender una de las hogueras de hierro que están junto a tí (dado de azar) y de ahí sacar fuego para alumbrarte. Posteriormente, en caso de encenderla, puedes ver qué lugar te llama más la atención. Derecha, izquierda o el centro. Son cavernas pero hasta que no veas nada, no hay forma que sepas en dónde estás parado. La única luz que te llega es la que está allá donde estaba la entrada de la cueva por dónde caíste.
Los Siete
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Re: De caza por Las Marcas
Bryen tanteo como pudo a su alrededor, el frío le hizo tener un escalofrío que le recorrió la espalda de arriba a abajo. Como pudo saco las varillas de sus bolsillos y comenzo a frotarlas nuevamente, intentando usar los trozos de brasa que alguna vez fueron encendidas en ese lugar.
No sabía que ocurría, tal vez las varillas estuvieran húmedas o simplemente no tenía la experiencia necesaria para hacerlo, pero no le resultaba.
- Enciende joelaperra!!! Enciende!!!
Estaba realmente muy ofuscado, y ya cansado de tanto frotar se sentó en aquel lugar, luego de escupir la arena de la boca y comenzó a tantear el suelo con las manos, sin alejarse mucho del caldero que había logrado identificar en las penumbras, a ver si encontraba algo, mientras afuera seguía escuchando el alarido de la tormenta de arena.
No sabía que ocurría, tal vez las varillas estuvieran húmedas o simplemente no tenía la experiencia necesaria para hacerlo, pero no le resultaba.
- Enciende joelaperra!!! Enciende!!!
Estaba realmente muy ofuscado, y ya cansado de tanto frotar se sentó en aquel lugar, luego de escupir la arena de la boca y comenzó a tantear el suelo con las manos, sin alejarse mucho del caldero que había logrado identificar en las penumbras, a ver si encontraba algo, mientras afuera seguía escuchando el alarido de la tormenta de arena.
Bryen Caron
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Re: De caza por Las Marcas
El miembro 'Bryen Caron' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Re: De caza por Las Marcas
De Caza por las Marcas
Los nervios o quizás el hecho de que estaba contrariado y perdido en un sitio desconocido jugaba en contra al caballero tormenteño. El fuego se negaba a encender y nunca sintió tanto que éste no lo hiciese. El sonido del agua, lento sobre un fondo que parecía líquido resonaba en la caverna pero eso no era lo peor, sino esa sensación maldita que la oscuridad generaba en el corazón de aquél hombre y el recuerdo lejano del ajusticiado Jeor que había hablado en su demencia.
Por un instante, todo fue silencio como si incluso el agua hubiese callado. Y entonces, un gruñido emergió del lado izquierdo, de aquel rincón de oscuridad donde Bryen había sentido que alguien le observaba. No podía saber qué era más sí sabía que ese gruñido no era humano.
La unica forma de verlo era que éste animal, o lo que fuese, saliese de ese averno oscuro para mostrarse ante el tenue vestigio de luz que caía desde la entrada.
Estamos complicados. Vamos a hacer una cosa, puesto que si fuese una mesa de rol, te haría tirar un dado de cantidad para ver si mínimamente logras encender una varita para ver por un instante el sitio.
El dado de Daño cuenta con 10 caras y lo usaremos junto al dado de azar. (Sí, improviso un sistema)
Tira el dado de daño:
Si sale de 1 a 4, no enciendes nada.
Si sale de 5 a 7 es una rama que se apagará en el próximo post.
Si sale de 7 a 9 puedes usar una antorcha hasta que se caiga al agua o pase algo que la apague.
Si sale 10 tendrás lograrás encender esa fogata y se mantendrá encendida.
Luego de eso, lanzas dado de azar. Si sale Exito, la bestia seguirá al acecho. Si sale fallo, te atacará en el próximo post, estes a oscuras o no.
Los Siete
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Re: De caza por Las Marcas
Nuevamente el intento falla, las no logran calentarse lo suficiente y finalmente se quiebran, dejando la esperanzas de Bryen a un lado, al menos de momento.
Bryen Caron
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Re: De caza por Las Marcas
El miembro 'Bryen Caron' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'CI: Daño' :
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Re: De caza por Las Marcas
Mientras se lamentaba de rodillas sobre la arena fría de aquel lugar, un sonido que parecía un gruñido provino desde la oscuridad, en el acto sacó su espada provocando el característico ruido metálico del roce de la hoja con la vaina y se puso en posición de guardia en dirección desde donde provino aquel ruido animal.
- Morir devorado por un animal, genial. - Pensó.
--------------
FDJ:
PD. xD! Jajaja Imagino que de todas formas tendre alguna chance de defenderme no? Que mal. Jajajjaa.
- Morir devorado por un animal, genial. - Pensó.
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FDJ:
PD. xD! Jajaja Imagino que de todas formas tendre alguna chance de defenderme no? Que mal. Jajajjaa.
Bryen Caron
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Re: De caza por Las Marcas
El miembro 'Bryen Caron' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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